Cómo se prepara y mantiene un Almácigo en la producción de café

on September 07, 2024

El éxito de un almácigo de café no solo radica en sembrar las semillas en tierra fértil, sino en seguir un proceso técnico y delicado que permita a las plántulas crecer sanas y fuertes. Para empezar, es esencial seleccionar semillas de alta calidad, provenientes de plantas con un historial genético fuerte y libre de enfermedades. El proceso inicia sumergiendo las semillas en agua para separar aquellas que no son viables, ya que las semillas flotantes suelen estar vacías o defectuosas.

Una vez seleccionadas, las semillas se colocan en bandejas o camas de germinación preparadas con sustratos específicos, compuestos de una mezcla balanceada de arena, tierra fértil y compost orgánico. El sustrato debe ser bien aireado y drenado, evitando el exceso de agua que pueda ocasionar la aparición de hongos u otras enfermedades que afecten la germinación.

La ubicación del almácigo debe ser estratégica: idealmente en una zona semi-sombra, donde las plántulas reciban luz indirecta. La exposición directa al sol puede dañar las plántulas jóvenes, que son extremadamente sensibles a los cambios bruscos de temperatura y luz. Además, es fundamental mantener un control riguroso sobre el riego. El almácigo necesita estar húmedo, pero nunca encharcado, para permitir un desarrollo adecuado de las raíces.

Durante el proceso de germinación, que puede durar entre 30 a 45 días, las semillas comienzan a romper su cáscara y a desarrollar las primeras hojas verdaderas. Este es un momento clave, ya que el estado de las plántulas en este punto determinará su capacidad de adaptación al campo en el futuro.

 

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