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Las plántulas de café suelen pasar entre 9 y 12 meses en el vivero, dependiendo de las condiciones climáticas y el tipo de variedad de café que se esté cultivando. Durante este tiempo, las plantas se fortalecen y desarrollan un sistema de raíces robusto que les permitirá adaptarse a las condiciones del campo abierto una vez que sean trasplantadas.
El momento ideal para trasladar las plantas desde el vivero al campo depende de varios factores, incluyendo el clima y la preparación del terreno. Es común que el trasplante se realice al inicio de la temporada de lluvias, ya que esto facilita la adaptación de las plantas al nuevo entorno. Sin embargo, antes del trasplante, es crucial asegurar que las plántulas tengan entre 20 y 30 centímetros de altura y cuenten con un sistema de raíces bien desarrollado.
El proceso de trasplante requiere cuidados especiales para evitar dañar las raíces de las plántulas. Se recomienda regar bien las plantas el día anterior al trasplante para que el sustrato esté húmedo y las raíces no se rompan durante el proceso. Las plantas se colocan en hoyos previamente preparados en el campo, y es fundamental que el suelo alrededor de las raíces esté bien compactado para evitar bolsas de aire que puedan afectar el crecimiento de la planta.
Tras el trasplante, las plántulas requieren un cuidado continuo durante los primeros meses, incluyendo riego regular y protección contra plagas. El éxito de este proceso garantiza que las plantas puedan continuar su desarrollo de manera óptima y, eventualmente, producir granos de café de alta calidad.
