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Después de que las plántulas han pasado su etapa inicial en el almácigo, el siguiente paso en su desarrollo es trasladarlas al vivero. El vivero es una fase intermedia crucial en la que las plántulas de café se fortalecen y se preparan para enfrentar las condiciones del campo abierto. En esta etapa, las plántulas ya han superado el delicado proceso de germinación y están listas para ser trasplantadas en bolsas individuales o en camas más amplias donde puedan continuar su crecimiento sin las restricciones de espacio del almácigo.
La finalidad del vivero es permitir que las plántulas alcancen un tamaño y una fortaleza suficiente para enfrentar las adversidades del campo, como el sol intenso, la lluvia y el viento. Las plántulas en el vivero reciben un cuidado intensivo, ya que cualquier daño en esta etapa podría afectar su capacidad de crecer adecuadamente y producir frutos de calidad en el futuro.
Este espacio debe estar bien planificado, con un control riguroso de la exposición al sol y la sombra, y una buena irrigación para asegurar que las plantas reciban la cantidad adecuada de agua sin encharcamientos. El vivero es, en muchos sentidos, una escuela para las plantas, donde desarrollan la resistencia necesaria para prosperar en el campo.
